domingo, 6 de noviembre de 2011

Las cadenas en el aire.





Me siento inadaptada en términos de sociedad. Miro a mi alrededor y veo cadenas por todas partes, y no precisamente de acero. Son imaginarias y la gente se ciñe a ellas de manera vertiginosa.
Esto me recuerda un video que vi hace un par de años, donde una pareja de hombres vestidos de overol simulaba cargar un gran cristal y  las personas pasaban por su lado y lo esquivaban, convencidas de que estaba allí.
En cuestiones de pareja siempre he pensado que el problema está en las preposiciones. Se cree que el estar con alguien significa instalarse "Sobre" o "Bajo" el otro, cuando lo más inherente sería hacerlo "Junto".
Esto parece muy fácil de decir, pero no lo es tanto en la praxis. Cuando hablo de sobre o de bajo me refiero al grado de dominación que puede llegar a existir dentro de una unidad humana. Y también, por supuesto, al de permisividad dentro de la misma. Hay personas que literalmente posicionan su existencia sobre la del otro, pretendiendo tener un control no tanto de autoridad sino más bien de conocimiento minucioso del quehacer de éste. Esto incluye llamadas inoportunas para corroborar estado y situación geográfica, sentirse propietario de los bienes que posee, y claro está, del individuo mismo.
En el lado contrario nos encontramos con el caso inverso, o sea, alguien que se siente o cree sentirse debajo del otro, lo que se traduce como una poderosa necesidad de cercanía física no sexual ni amistosa sino más bien autoimpuesta, una constante demanda por atenciones y una fuerte dependencia existencial:  (Escucho esta música porque tú la escuchas, hago obras benéficas porque tú las haces, me visto de negro porque a ti te gusta,  etc) dejando de lado gran parte de su propio yo en estos eventos.
Cada día me convenzo más de que la gente se rige por reglas que ella misma inventa. Cadenas imaginarias de algodón pero cadenas al fin y al cabo... Y uno pregunta: ¿Por qué? y se le responde: Porque TIENE que ser así. Porque diseñé un patrón de conducta y debo seguirlo.


En mi caso particular, me siento inadaptada porque para mí todo esto es innecesario. Me es muy difícil darme a entender en estos ámbitos debido a que no sigo ningún patrón y la gente está demasiado acostumbrada a ellos. Si yo me relaciono con alguien, no dejo de ser yo, ni me encaramo sobre su vida. No soy buena para las llamadas ni para los controles, no me gusta revisar billeteras ni bolsillos, no doy órdenes porque me gusta la construcción en equipo y equipo es trabajo conjunto,...me basta con saber que una persona desea estar conmigo para sentirme complacida, ya que si no lo deseara, no estaría y punto; comparto gustos con el otro, pero no me adoctrino a ellos; no doy caricias de mascota en público porque no necesito demostrar nada a nadie y además porque hay momentos para cada cosa.
Y por último...no deseo casarme. ( Cadenas de papel)  Mi mayor anhelo afectivo es tener un compañero que este "Junto" a mí... Y que cada uno tenga una vida propia lo más plena posible sintiendo que puede ser libre, pero verdaderamente libre. Sin cadenas, ni de algodón, ni de acero, ni de papel.

1 comentario:

  1. reconozco que me gusta leer y hace tiempo no me topaba con algo tan sencillo y sincero

    ResponderEliminar