miércoles, 28 de septiembre de 2011

El Hiper-realismo en la música.



Hace poco estuve observando unas obras del destacado pintor Claudio Bravo, tan increíblemenre reales que parecía estar dentro de ellas; objetos a la luz, telas, papeles en color trabajados con los más diversos materiales...una maravilla.


Entonces comencé a pensar en el tema del "realismo" ,térmno introducido por el crítico de arte Gustave Planche en el año 1833 que define a aquellas piezas que son una reproducción exacta de la realidad como obras realizadas a partir de una minuciosa observación y que no buscan reflejar ideales, sensaciones ni planteamientos personales del artista, sino simplemente mostrar lo que éste ha observado de manera objetiva y clara. Ante esto y recordando las grandes tendencias de la historia, vemos que aquellas obras pertenecientes a la antiguedad Greco-latina y al Renacimiento perseguían un ideal de perfección, utilizando las matemáticas y la filosofía propia de la época en términos de belleza para "arreglar" la realidad que contemplaban. Pero más adelante, y diurante el propio Renacimiento surge la diferenciación y el debate entre los términos "Retratar" e "Imitar". El primero consiste en aferrarse a la realidad en un cien por ciento sin importar las propias convicciones o sentimientos ni la "imperfección" de lo cotidiano. El segundo término en cambio propone un trabajo más subjetivo y rico en términos de creatibvidad pues da la licencia de generar cambios en lo observado.Así y todo, el arte sigue siendo un fenómeno cambiante y difícil de encasillar, ni siquiera dentro de los mas ricos conceptos académicos, porque siempre está cambiando y buscando nuevos rumbos de inspiración. Gran ejemplo tenemos en el nacimiento del arte conceptual pop que surge como una especie de hijo de la segunda guerra mundial.

Volviendo al tema del realismo, creo que estos conceptos de imitación y retrato podrían ser también virtualmente aplicables a la música. Existen muchos artistas que ejecutan grandes piezas de la música clásica buscando en ello loa pulcritud y perfección de una interpretación impecable, mientras que,existen otros que cuando recogen una pieza ajena, buscan poner en ella algo de su esencia propia, algo de sí, un condimento, algo que le de una percepción distinta a quien la oye, o incluso, la transmisión de una ideología.

En mi opinión personal, creo que el "retrato" de una pieza musical ya existente, es digno de elogio y respeto, además, es una muy buena herramienta para aprender y pulir las técnicas de ejecución, interpretación y composición. Si embargo, y, a mi juicio, el dedicarse de lleno a esto podría en cierto punto llegar a inhibir, eventualmente, el tan preciado don de la creación artística musical, ya que se tiende a pensar que "ya está todo escrito" o que " nunca se llegará a crear una pieza tan brillante"

El gran cantautor chileno Victor Jara decía que el canto "es una cadena de la que todos nos vamos sujetando para ir haciendo algo nuevo". No deja de ser cierto, toda nuestra inspiración proviene de lo ya escrito, todos tenemos nuestra lista personal de canciones favoritas, pero no debemos olvidar que ellas son la roca en la que nos apoyaremos para escalar un poco más arriba día a día.

jueves, 8 de septiembre de 2011

El Destino y el Honor


"El destino nos junta y el honor nos separa" recita un viejo tango de antaño. Recuerdo de más joven haberme reído de ese cántico. Ahora ya no me da tanta risa.
¡Cuál es el precio del honor? Si lo ponemos en una balanza, siempre será tan subjetivo como la vida misma. Cada persona paga su propio precio y cada quien sabe cómo administrar ese honor y hasta dónde arrastrarlo. Es también un asunto cultural. Los nipones le ven como algo sagrado, mientras que más al occidente y en algunos casos extremos, se limita sólo a un trozo de papel. Siempre las cosas han tenido y tendrán el inminente tamaño que nosotros les demos. Pero el honor...el honor es algo que se lleva en la frente cual corona de laureles y que siendo la frente parte de la cabeza, no parece llenar nada más que el ego y las ideas. Porque existen personas que de todo lo demás están infinitamente vacías.
Mi viejo padre ha arrastrado una vida llena de honor, que últimamente se vio tambaleante por mi repentina aparición. Yo soy aquél punto negro en su blanca historia. Represento el pasado que lo alejó del honor y que, hoy, surge con fuerza para recordarle que ante su infinita honorabilidad, sigue siendo un ser humano que falló. Lo veo pensativo, masticando ideas y comida que no le cobrarán por ser honorable.

En cuanto al destino. Dos cosas se pueden decir. Hay gente que cree firmemente en él y otra que piensa que se va armando paso a paso. Mi madre sugiere que todo y todos tenemos fecha de caducidad. Esto sí lo comparto, por cosas en las que no profundizaré ahora, pero que están latentes en mi cabeza.
Lo del paso a paso puede ser también , ya que hay personas a las que se les vaticinan cosas que simplemente no ocurren debido a giros en el camino trazado.
En mi caso personal, he ido a leerme las cartas con un querido amigo. Me ha vaticinado problemas con mi pareja, preocupaciones, pero, que bajo todo esto la persona me quiere y se reconciliará conmigo. Esto fue hace 5 meses atrás. Hoy puedo decir que este hombre tiene otra pareja, que sí se peleó conmigo, pero que no me quiere ni tiene la más mínima intención de regresar. Giro. Como en el baile...como en el tango...

Entonces podemos concluir que si el destino nos junta y el honor nos separa...Entonces debemos girar, cual danza inexperta...Tomar una dirección y girar. Quedarse ahí de pie mirando no es propio, ni para el destino, ni para el honor.