viernes, 27 de enero de 2012

Analfabetismo musical.

Otra noche larga. Hoy he estado algo decaída y por recostarme unos instantes, terminé durmiendo toda la tarde, cosa que aún me tiene despierta a pesar de lo avanzado de la hora.
Esta semana he conocido al novio de una de mis alumnas que es ingeniero en sonido. Ha venido a mi sala a ofrecerme ayuda en la finalización de mi disco (Que por cierto y a falta de guitarra veía cada vez más lejos)
Ha hablado de un precio absolutamente razonable, que me ha dejado encantada.
Y comienza mi dilema de toda la vida. Mi analfabetismo musical. (nomenclatura que yo le he dado a mi ignorancia técnica y teórica de lo relativo a la música.)
Francamente me avergüenza mucho decir que a mis 28 años, no poseo dichos conocimientos. Pero más vergüenza aún me da reconocer y aceptar que sólo se debe a flojera: Material hay, textos en la web, videos tutoriales, mi trabajo se encuentra a pasos de las galerías de libros... Y mi vergüenza crece. Y crece más todavía cuando vienen las temidas preguntas..."Y en qué métrica están tus canciones?" "Y cuál es la tonalidad?" "Tienes listas las partituras?" "El material que tenes ha sido grabado por línea?"
Y yo me hago pequeña...Y con un hilo de voz respondo humildemente: "Ehh...sí, por línea, parece que la métrica es de 3/4, no sé hacer partituras y la tonalidad...la desconozco".
Entonces mi interlocutor sonríe amistosamente y musita un tranquilizador: "No te preocupes, lo veremos en el camino, yo te puedo explicar algunas cosas..."
Y comienza a hacer un esquema de lo que será el trabajo que se viene. Me explica por qué un mp3 es absolutamente inferior  a un archivo en wav. Y yo almaceno todo en mi cerebro como un procesador de la mejor calidad. Así, pequeña, oyendo consejos y datitos útiles, voy tapando un poco mi analfabetismo y tomando de todas partes lo necesario para al menos no poner caras de pánico al escuchar alguna pregunta.
Agradezco con movimientos de cabeza y casi sin voz, mientras me imagino saliendo del edificio directo a comprar algún libro...
Y de pronto la puerta de la sala se abre y entra una alumna. Mi postura se eleva, reaparece mi voz, dejo de ser pequeña y exclamo muy tranquila y normal: "Good evening Lady"
...Y la hora de salir llega...salgo...cruzo la calle...y me voy feliz a la tienda...por un queque para llevar a casa.